jueves, 9 de junio de 2016

Sociedad en redes, conocimientos y nuevas tecnologías

Después de los regímenes del conocimiento basados en la transmisión oral, la escritura y la imprenta, el desarrollo digital ha propiciado una expansión sin precedentes en las redes, en función de dos ejes: uno horizontal de aceleración de las transmisiones, y otro vertical de densificación de las conexiones. Entramos en una era en la que para existir, sobrevivir y no quedar al margen, es necesario comunicar cada vez más, y sobretodo cada vez más deprisa. La interactividad es otra característica de estos nuevos soportes del conocimiento.

La influencia de las nuevas tecnologías en la creación del conocimiento es considerable. En efecto, han permitido adelantos importantes en la accesibilidad y manejo del conocimiento. Si se sabe discernir entre una mera información bruta, un rumor o una afirmación errónea y todo aquello que puede constituir la base de un conocimiento genuino, no cabe duda de que el internet puede funcionar como un gigantesco vivero de ideas, independientemente de que provengan de informaciones o conocimientos.

Por una extraña paradoja, cuanto más dominamos los conocimientos, más ignorantes nos volvemos. Con la aparición de nuevos soportes del conocimiento, el auge sin límites del mundo de las máquinas parece anunciar una atrofia de las capacidades humanas. Con la aceleración de la velocidad de tratamiento y transmisión de la información surge un desfase cada vez mayor entre la escala del tiempo tecnológico, sumamente rápido, y la del tiempo del pensamiento “cerebral”, que apenas parece haber evolucionado desde hace milenios.

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